lunes, 16 de noviembre de 2009

Arcade funeral


Fuiste la última chica en la que pensé hacer madre.




Cuando te enamoras y eres demasiado joven como para que tus hormonas gobiernen tu vida y piensas en todas esas cosas que han pensado otros: bodas, hijos, perros y casita en la playa.


Fueron tiempos extraños :siguiendo las directrices de los demás te perdoné cuando me fuiste infiel y me lo confesaste; para no ser menos, también te fui infiel pero no te lo confesé nunca.


Me hablabas de vestidos de boda y yo pensaba entonces brevemente en SinSin, apenas dándole importancia.


A cada retraso tuyo, realiza ese ejercicio mental de contárselo a mi padres: explicándoles todos los porqué e imaginándome en chaqué con chaleco rosa palo, sabiendo en el fondo que era el traje de otro, nunca mío.


Se terminó por estrechamiento, creces y la ropa no crece contigo.








Ahora me cuentan que te han visto en la foto del facebook con tu hija.



Dicen que hay dos tipos de música en New Orleans. La música triste que sigue a la comitiva del entierro, lleno de trompetas y trombones tristones. Y la música alegre cuando vuelven a la ciudad, llena de ritmo y alegría.








Ps. Nunca olvidaré tus besos aplastándome contra la pared como si quisieras convertirme en un dibujo animado en 2D

1 comentario:

  1. No se cuánto habrá de realidad y cuánto de ficticio en esta entrada, sólo que yo me he sentido voyeur leyéndola...

    Me ha llamado la atención eso de “cuando eres demasiado joven como para que las hormonas gobiernen tu vida”. He recordado una cita de Lorca que me gusta mucho “el día en que dejas de luchar contra los instintos, es el día en el que aprendes a vivir”.
    Creo que cada día somos un poco menos “homo sapiens” y también que la vida te conduce a cierto equilibrio, si la dejas.

    Que curioso. Yo nunca he querido hacer padre a nadie y la combinación: bodas, hijos, perros y casita en la playa siempre me ha dado bastante grima.

    Bittersweet. No podemos dejar de amar los días en los que amamos, a pesar de saber que los terminamos por la decisión correcta. El desapego debería ser una asignatura obligatoria en el colegio...

    Cuando las cosas pasan o “despasan”, es por algo. Lo que si es cierto, es que tenemos a quien creemos merecer. ¿Te has dado cuenta?


    :***

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