La chica que nunca recuerda sus sueños me enseña con perezosa sensualidad los pequeños arañazos de su gato en el brazo. Yo recorro con la yema de mis dedos, a escasos milímetros de su piel, las líneas rojas sobre blanco. Noto lo extraño de la situación y dejo de hacerlo.
Sus ojos marrones profundos me interrogan cuando, de vez en cuando, sin razón aparente, caigo en minutos de silencio. Sé que intentas leerme la mente, bromeo, y por primera vez aparto tu mirada, asustado, buscando un mechero que se escabulle como una serpiente por entre mis bolsillos.
Sin encender el cigarro vuelvo a mirarte a los ojos. Esta vez soy yo el que intenta leerte los pensamientos, pero antes de que sienta vértigo recuerdo nuestras primeras notas y contamos con los dedos y nos parece que han pasado miles de glaciaciones, que no somos los que éramos.
Sé que algo que me empuja a buscarte y no sé lo que es.
Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados
Pues haz caso de lo que te indica tu interior... y sal a buscarla!
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=3YDyjImbmNg
(esto por el Allí donde solíamos gritar)
Salu2
Leer asociado mi nombre al Apocalipsis me asusta un poco, porque ni nombre, el verdadero, significa “el principio del fin”. Que cosas...
ResponderEliminar"Intuyo que el spanish no es tu lengua materna. Te confieso que mi gato me araña ocasionalmente, en los momentos en los que se siente asustado y olvida que no está a salvo. Me dices que “corte el rollo” y que conoces ese discurso de un capítulo de Lost. Nos reímos de nuestro freakismo mutuo y después yo te propongo un juego. “Lo único que conozco de ti, en realidad, es una camiseta”. Una pregunta por otra, alguna palabra, puede que algún número. "Necesito una dosis de realidad"- añado. Me confiesas que ya lo sabes... "
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